Continuamos con la serie de mitos que el reconocido diseñador de palos de golf, Tom Wishon, registró en su libro “The Right Sticks” y que inauguramos en nuestro blog en el mes de agosto bajo el título “Las varas de grafito dan mayor distancia que las de acero”. Hoy seleccionamos el mito N°15:
“Cuanto más rápido sea su swing, más rígida debe ser su vara”
En algún momento de su carrera de golfista aficionado alguien le hará un fitting. Y en ese momento medirá su velocidad de swing. Lo hará simplemente para acotar la variedad de varas que se adecuan mejor a sus características de swing. Aquí descubrirá que nuestro título (“Cuanto...”) no se cumple y es solo una pequeña parte de la historia.
Partamos de que ya sabemos:
1. Que la clasificación de rigidez que está marcada en las varas no significa ningún dato útil;
2. Que la vara NO funciona como un látigo que despide a la pelota a una gran distancia a través del fairway.
Hay que recordar que la vara no actúa sola por su flexibilidad sino por el quiebre de las muñecas del golfista. Cuando el golfista descarga el quiebre de las muñecas (“release” en inglés) es cuando la flexibilidad o rigidez de la vara actúa. Obviamente también se combina con el loft de la cabeza y su centro de gravedad y por su tipo de swing, más o menos vertical). La combinación de estos factores determina el vuelo de la pelota y su trayectoria. La flexibilidad de la vara también tiene que ver con la sensación del golfista, pero eso es harina de otro costal.
Cuando usted empieza la parte descendente de su swing, manteniendo el quiebre de las muñecas, sus brazos y el palo van a la misma velocidad. Cuando usted empieza a descargar las muñecas, los brazos desaceleran mientras el palo aumenta su velocidad, pasando de estar retrasado respecto de las manos, a pasarlas. Es en ese momento que la vara se curva hacia adelante incluso aumentando el loft efectivo y consecuentemente afectando la distancia a la que la pelota llegará.
Tomemos 3 ejemplos de golfistas: uno descarga sus muñecas en forma temprana en el downswing, otro lo hace en el medio y el tercero al final del mismo.
El que descarga temprano va a ver que su vara llega recta al impacto y todos los efectos mencionados se pierden. Es mucho mejor ser el segundo golfista, descargando en el medio o, aún mejor, el que descarga a último momento en el downswing.
El punto es que todos estos golfistas pueden tener la misma velocidad de swing. Sí, exactamente la misma. Pero, ¿usted piensa que todos podrán usar la misma vara? Ni por casualidad. Aún más: para poder definir perfectamente qué vara precisa, usted debe saber cuán suavemente hace la transición “arriba”, o sea, entre backswing y downswing. También cuán bruscamente inicia el downswing, cuán rápido es su ritmo (tempo) en el downswing, cuán grande es la aceleración de la cabeza del palo y, finalmente, cuán consistente es en estos movimientos.
Es fácil, ponga todo esto en la ecuación y sabrá qué vara usar. Decir: “X velocidad = Y flexibilidad de vara” NO existe.
Ahora bien, cuando usted compró su juego de palos de la estantería del proshop, ¿cuántos de sus factores específicos de swing piensa que tenían esos palos? O tal vez lo podría poner en otros términos: ¿cuán suertudo se sentía usted ese día?
Tom Wishon