jueves, 15 de julio de 2010

No todos los hierros son iguales, aunque tengan el mismo número

Sí, es así. Y esto tiene que ver con que no todos los golfistas son iguales.

Las reglas R&A (Royal and Ancient St. Andrews) y la USGA (United States Golf Association) fijan lineamientos generales para cada tipo de palo que se usa en golf. Dentro de esos lineamientos, cada fabricante ha desarrollado y desarrolla diseños que se orientan a distintos niveles de jugadores.

Desde el ya afamado “hierro de hoja”, concebido como un sinónimo de palo para jugadores profesionales o casi profesionales -y hoy perdiendo terreno rápidamente ante los perimetrales tipo Tour o Pro-, hasta los súper perimetrales con suela muy ancha que garantizan un vuelo alto -aún para velocidades de swing modestas-, el objetivo es dar a cada jugador lo que necesita. Pero no sólo es el ancho de la suela lo que influye en la performance. Las siguientes características afectan la performance y jugabilidad de los hierros:

• El offset es la distancia que separa el filo delantero inferior (borde de ataque) de la suela del hierro de la proyección de la vara, nos ayuda (cuanto mayor es) a escuadrar el palo más fácil en el momento del impacto. Esto es así porque a mayor offset más lejos está el centro de gravedad del eje de la vara, que es alrededor del cual el palo gira en el downswing. Esa distancia nos da fracciones de segundo preciosas para conseguir que la cara del palo esté en escuadra con la trayectoria a nuestro objetivo. Además, al tener más offset, la distancia del centro de gravedad (CG) del hierro a la vara (alrededor de la cual la cabeza gira para escuadrarse con la trayectoria en el impacto) aumenta y eso hace que la palanca que genera el peso nos ayude aún más a cerrar la cara del palo.

• El peso distribuido “atrás y abajo”. Cuanto más bajo y alejado esté el peso perimetral de la cara del palo (por eso se ve la suela ancha), más nos va a ayudar a hacer volar alto la pelota, incluso con bajas velocidades de swing.

• El rebote (bounce) que sólo se menciona en los SW, también está en los hierros del #3 al PW. Cuanto más rebote menos se “trabará” el palo ante imprecisiones al llegar a la pelota, pero también podría dificultar un típico golpe de jugador de bajo handicap que tiende siempre a sacar un buen divot delante de donde estaba la pelota. En general, el concepto de rebote en los hierros se hace un poco confuso porque los hierros tienen suelas con un radio (o varios) de curvatura. Tal realidad de la geometría de los hierros modernos hace que los fabricantes rara vez aporten ese dato. Como información general, podemos aportar que es común que los hierros largos, pensados para pegarlos con un swing más de “barrido” que “hacia abajo” tengan rebotes muy pequeños, cero o incluso negativos ya que de esa manera se favorece que la pelota sea barrida con la mínima interferencia del rebote.

Material del palo. En la búsqueda de mayor distancia, el material de la cabeza de un hierro es importante para aprovechar al máximo nuestro swing. Aunque no será como con los drivers donde uno de titanio tiene amplia ventaja respecto de uno de inoxidable (ni hablar de los palos de tienda que son de aleación de aluminio), en los hierros se pueden encontrar caras de acero maraging o titanio que tienen la característica de que al ser esos materiales muy resistentes al impacto se pueden usar espesores de cara muy finos. Esto permite que la misma actúe más como un resorte (efecto clave en los drivers modernos donde este efecto COR -"coeficiente de restitución" en inglés- es esencial para optimizar la performance). Normalmente este tipo de hierros es más caro por la tecnología de fabricación y los materiales empleados.


Varios. A estas características podemos sumar: el radio(s) de curvatura de la suela (llamado “camber” en inglés), el ancho de la suela (generalmente asociado al diseño más o menos perimetral de la cabeza), la ubicación del centro de gravedad, etc.

Asumiendo que hablamos del mismo hierro (número y loft), las características que mencionamos arriba van a percibirse principalmente cuando probemos el palo. Esto es así ya que, además de su influencia de manera individual, estas características combinadas pueden darle a cada palo características muy variadas, diferentes y difíciles de prever. Está en el knowhow del diseñador y en su experiencia el saber combinar todo para optimizar la performance de cada palo.


Un ejemplo de diseño ingenioso lo podemos ver en el Dynacraft Prophet Tour Blade. A simple vista un hierro de hoja, tradicionalmente difícil de pegar para los handicaps medios y altos. A la hora de probarlo se puede ver que, aunque de suela estrecha, se lo puede pegar sin mayores diferencias a un hierro perimetral. Si observamos con mayor atención, veremos que en el dorso hay una “ranura de estabilización” (Stability Slot en la imagen) que optimiza la distribución del peso. Además, la percepción de que el palo es permisivo tiene explicación cuando vemos que el diseñador acortó el encastre (hosel) de la vara y el peso que quitó de allí lo puso en la ranura; esto posibilita que el CG se desplace más abajo y al centro de la cara. Digamos que sería una forma práctica de ver que no siempre el aspecto de un palo anticipa inevitablemente su comportamiento.

Así que, ya lo vemos, no todos los hierros son iguales.

martes, 6 de julio de 2010

El peso bien distribuido lo ayuda a mejorar su putt

Es vox populi que cada día el diseño de los putters se hace más novedoso, llamativo, audaz, imaginativo, etc. Podríamos pensar que es sólo marketing y que al final son todos putters: palos de golf que sólo sirven para tiritos en el green o muy cerca de él.

Pero, alguna duda nos asalta cuando vemos que jugadores de primer nivel como Vijay Singh, Ángel Cabrera y muchos otros, usan ese tipo de putters y, si observamos a lo largo del año, van variando de modelos y marcas. Es evidente que gente que juega el golf más competitivo del mundo y busca cualquier detalle para ganar un plus de eficacia, sabe que los putters “no son todos iguales”. Ni en la forma ni en la performance.

El famoso diseñador de palos Ralph Maltby, explica que el Momento de Inercia (MOI) es una característica que tiene cualquier palo de golf y que está relacionada con el peso de la cabeza y cómo está distribuido respecto de la cara. A mayor valor, el MOI hará que cuando la pelota impacte en la cara fuera del centro (en el sentido horizontal) de la misma, la cara se resista más a desviarse o no se desvíe.

Sabemos que el putt es básicamente 2 cosas:

  • Dirección 
  • Distancia (fuerza) 

También sabemos que el putt es un golpe suave, donde la parte física juega poco. Está demostrado experimentalmente que siempre es peor un putter más liviano que un putter más pesado. Esto es así porque en la medida que el putter sea más liviano requerirá mucha más sensibilidad para mantenerlo “en la línea” y a escuadra de la línea. Por otra parte, al ser más liviano ayudará menos en los tiros más largos ya que su peso no ayudará a darle a la pelota la energía necesaria.

Una cuestión de formas


Si miramos estos putters veremos que las diferencias son muy grandes. Tanto de aspecto (a simple vista) como de peso. Un putter tipo mazo puede pesar hasta más de 500grs. y uno de hoja no pasa de los 310grs. Y ese peso no es perjudicial. Al contrario. Ayuda. Obviamente, “cada maestrito con su libro” pero, si puede, déle una oportuniad a los mazos. La ciencia y la técnica indican que, en el peor de los casos, no le gustarán. Pero que lo pueden ayudar, seguro.